Importancia del DHA en el embarazo y la lactancia

La alimentación de la madre durante la gestación es uno de los factores que tiene mayor influencia en el crecimiento y desarrollo fetal, dado que todos los nutrientes los recibe a través de la placenta.



Uno de los nutrientes que necesitan las madres durante el embarazo son los ácidos grasos esenciales Omega-3. Se llaman esenciales porque el organismo no puede fabricarlos y tienen que ser ingeridos a través de los alimentos (fundamentalmente pescados y mariscos). Otros ácidos grasos no esenciales se pueden obtener a partir de las proteínas, alcoholes o carbohidratos.

De los ácidos grasos esenciales Omega-3, el DHA (ácido decosahexahenoico) es sin duda el más relevante durante el embarazo, así como en las primeras etapas del desarrollo infantil.

Durante todo el embarazo pero especialmente en el último trimestre de la gestación, coincidiendo con el mayor crecimiento del cerebro fetal, se acumulan grandes cantidades de DHA en el tejido nervioso y la retina. Por ello el DHA es considerado un pilar básico para el correcto desarrollo del sistema nervioso y visual de un bebé.

Entre los beneficios del consumo regular de DHA durante el embarazo y la lactancia (la leche materna es rica en DHA) destacan:

  • Crecimiento y funcionamiento cerebral: contribuye a un buen neurodesarrollo y psicomotricidad.
  • Desarrollo de la visión: mejora la agudeza visual y previene la degeneración retiniana.
  • Modulación del sistema inmunológico: reduce las infecciones y eccemas en los bebés.
  • Reduce el riesgo de parto prematuro: aumenta la duración de la gestación y el peso del recién nacido.
  • Mejora la funcionalidad placentaria: reduce el envejecimiento placentario.
  • Efecto cardiomodulador: mejora el control autonómico de la frecuencia cardíaca fetal.
  • Regula el patrón de sueño del bebé: los recién nacidos duermen mejor.
  • Protege de la obesidad infantil: modula la función de los adipocitos intraútero.

Por todo ello, según la "Conferencia Europea del Consenso sobre la recomendación de los ácidos grasos para las madres", es fundamental que la embarazada consuma DHA, un ácido graso esencial durante la gestación y la lactancia (la mayoría de las leches de sustitución en la lactancia artificial cuentan con DHA). Los expertos en nutrición, obstetras y neonatólogos recomiendan la ingesta diaria de 200 mg de DHA. Esta cantidad se consigue con el consumo de pescado graso 2-3 veces por semana o a través de complejos vitamínicos específicos para las embarazadas y madres lactantes.

Dr. Francisco Raga Baixauli. Jefe clínico de Ginecología y Obstetricia del Hospital Clínico Universitario de Valencia.
Profesor del departamento de Pediatría, Obstetricia y Ginecología en la Universidad de Valencia.

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