ALIMENTACIÓN SALUDABLE DURANTE LA LACTANCIA

La alimentación materna en el periodo de lactancia es tan importante como el cuidado que se pone durante el embarazo, ya que influye tanto en la cantidad de leche producida como en su composición, que asegurará los requerimientos del lactante. Debe saber, que la mejor manera de alimentar a su bebé, siempre que sea posible, es a través de la leche materna que fomenta el desarrollo sensorial y cognitivo, refuerza su sistema inmunitario y le protege de infecciones.


Durante esta etapa, el cuerpo de la madre consume energía de sus propias reservas para la producción
de leche, lo que facilitará la pérdida progresiva de esos kilos que se han podido incrementar durante el embarazo, no obstante, en este periodo la mujer necesita un aporte promedio de 500 kcal más en su dieta diaria. Para cubrir estas necesidades, debe seguir con una alimentación variada y equilibrada de calidad, añadiendo raciones de alimentos saludables según el apetito de la madre.

GRUPO DE ALIMENTOS
RACIONES DIARIAS
Pan, pasta, arroz, cereales y cereales integrales. Patatas. Legumbres.
4-5
Verduras y hortalizas. Incluir variedad según la estación del año.
2-4
Frutas
2-3 piezas
Lácteos: leche, yogurt, queso
4-6
Carnes, aves, huevos, pescados,mariscos. Frutos secos
2
Agua: fundamental mantener una buena hidratación
6-8 vasos

Calcio, yodo, hierro, vitamina A, ácido fólico y ácidos grasos omega-3, son algunos de los minerales, vitaminas y oligoelementos que durante la lactancia necesitan ser aportados en mayor cantidad.

El calcio participa en los procesos de división y diferenciación celular así como en el adecuado mantenimiento de huesos tanto para la madre como para el lactante. Las fuentes alimentarias son lácteos y derivados, pescados y mariscos (besugo, almeja, ostras, sardina), legumbres, verduras de hoja verde, frutos secos.

En cuanto al yodo, tiene un papel activo el desarrollo cognitivo y síntesis de hormonas tiroideas. Los alimentos con alto contenido en este mineral son pescados y mariscos (cangrejos, nécoras, langostinos, arenques, sardinas), frutas y verduras (piña, ajo, nabo, cebolla, judías verdes), y huevos.




El ácido fólico previene las anemias, evita el cansancio y la fatiga, además de intervenir en la formación de células sanguíneas. Esta vitamina está presente en alimentos como hígado, huevos, lácteos y sus derivados, verduras de hoja verde, pescados y frutos secos.

El aporte de ácidos grasos Omega-3 (DHA/EPA) es imprescindible durante la lactancia, puesto que participan en el desarrollo cerebral y de la visión del bebé. Encontramos estos ácidos grasos esenciales en pescados grasos y frutos secos como las nueces.

Las necesidades de hierro y vitamina A también se ven incrementadas durante este periodo, por lo que debemos hacer hincapié en el consumo de alimentos proteicos (carnes, huevos, pescados y mariscos), legumbres, cereales integrales, verduras, frutos secos, frutas y lácteos.

Por ello, para asegurar las necesidades que se ven incrementadas de todos estos nutrientes durante el amamantamiento, es recomendable tomar un complemento alimenticio específico, que brinde una protección adicional bajo consejo de su especialista.


Marta Ruiz Aguado
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética
Licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos

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